jueves, 24 de febrero de 2011

Cómo futuros docentes, está claro que nos afecta, y en profundidad esta Ley:

    Peluquerías, bares, restaurantes, locales de ocio... y ahora también se han sumado a ellos escuelas e institutos. Los derechos de autor asoman al mundo educativo. Además de asumir una tasa por las licencias de ordenadores y las reproducciones (fotocopias) que realizan en sus instalaciones, los colegios topan ahora con el control de la propiedad intelectual, que desde hace años cobra a locales públicos e instituciones por el visionado de contenidos cinematográficos.

    Según ha podido saber este diario, cerca de 30.000 centros de enseñanza de toda España han sido invitados por una empresa privada destinada a la gestión de contenidos digitales a contratar una licencia para poder proyectar libremente películas a sus alumnos. La misiva, a la que ha tenido acceso ABC, ha sido enviada de forma masiva a los centros por la compañía MPLC: Motion Picture Licensing Company Spain, S. L., que gestiona la licencia de 365 productoras y distribuidoras cinematográficos de todo el mundo.

    En su nota, la compañía recuerda a las escuelas que, según prevé la Ley de Propiedad Intelectual de 1/1996 de 12 de abril, necesitan una licencia para la exhibición cinematográfica en sus instalaciones. En sus artículos 20.1 y 20.2, la normativa es explícita con respecto a la obligatoriedad de contratar licencias para poder «proyectar en un ámbito no privado o doméstico» determinados contenidos «de carácter plástico o fotográfico figurativo». «Los vídeos y DVD exhibidos fuera del ámbito doméstico son considerados exhibiciones públicas y, por tanto su uso requiere de la autorización expresa del propietario de los derechos», reza la ley en los citados artículos. Los colegios e institutos no están exentos de esta imposición, aunque, en la práctica, son muy pocos los que pagan el peaje de la propiedad intelectual porque, según explicaron portavoces de MPLC, «la mayoría desconoce que les obliga la ley». La normativa prevé, sin embargo, excepciones en este ámbito. Las explicita en el artículo 32 «Cita e ilustración de la enseñanza» —actualizado en 2006—. El texto legal reconoce que «no necesitará autorización del autor el profesorado de la educación reglada para realizar actos de reproducción, distribución y comunicación pública de pequeños fragmentos de obras o de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico, cuando tales actos se hagan únicamente para la ilustración de sus actividades educativas en las aulas, siempre que sean obras ya divulgadas».

    Solo «fragmentos» cortos Acto seguido, recuerda, no obstante, que quedan al margen de esta autorización «la distribución, reproducción, distribución y comunicación pública de compilaciones o agrupaciones de fragmentos de obras o de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo», es decir, que la ley sólo autoriza excepcionalmente a los centros a proyectar este material si se trata de «pequeños fragmentos» de obra, aunque obliga a rendir cuentas ante la propiedad intelectual si son películas enteras.

    Así se lo recuerda a las autoridades de colegios e institutos la MPLC. Como solución, les proponen que contraten la licencia «Umbrela» con la que «la escuela estará autorizada a hacer uso ilimitado de cualquier película adquirida legalmente, sin costes administrativos y sin costes de gestión». Enrique Prado, director financiero de MPLC, destaca a ABC las ventajas que ofrece la licencia. «A los centros les sale más a cuenta que contactar directamente con la productora». Recuerda que las tarifas que ha hecho llegar a los colegios, que van desde los 50 euros (para centros de 1 a 75 alumnos) hasta los 1.250 euros (de 1.000 a 2.499 alumnos), «son casi simbólicas». Prado adelanta que, en paralelo al envío de la carta a los centros, la empresa ha abierto conversaciones con el Ministerio de Educación.

    http://sindicato.org/article.php?sid=20110213235335

    ( 24/02/2011 09:41 ) ABC. ESTHER ARMORA/BARCELONA
    Todo lo ocurrido en los centros tras la aprobación de esta Ley, acarreará duras consecuencias a la larga y esto nos afectara de manera nefasta en nuestro trabajo.Ya que, es ahora cuando se estaba empezando a utilizar la competencia digital en las escuelas y se estaba dejando de la lado las clases de tipo magistral, usando este tipo de métodos más dinámicos ayudan a los niños a captar mejor su atención y les suelen parecer más divertidos. Pero, a partir de este verano cuando se pongan ciertas cuotas para descargar ciertos contenidos necesarios para dar clase, serán los docentes o el propio centro el que deberá hacerse cargo de los pagos, si desean ir evolucionando a la par que el mundo tecnológico.
    Con la Ley Sinde, aparte de los recortes educativos, será necesario el gasto en material educativo extraído de Internet, por ej. a la hora de poner alguna película o documental en clase, a la hora de descargar material para colorear, también con la música utilizada... no se sabe realmente de qué manera acabará esta situación de acuerdo a la nueva ley implantada, y ni siquiera, si es esta la solución más correcta.

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